
El rol de la gestión de la energía en la transición energética
¿Qué es la transición energética?¿Por qué es importante y para qué sirve la transición energética?
El título de esta nota parece un trabalenguas de energías, y es porque la transición y la gestión energéticas están estrechamente relacionadas. Una no se logrará sin la otra. Sigue leyendo y conoce cómo lograr la transición energética a través de una buena gestión de la energía.
A lo largo de la historia, la humanidad ha enfrentado ya varias transiciones energéticas. Primero, pasamos de la madera al carbón y, luego, del carbón al petróleo. Ahora, las condiciones ambientales extremas a las que hemos sometido al planeta exigen una nueva transición energética hacia energías renovables.Cambiar la energía que mueve al mundo es uno de los desafíos más complejos y urgentes al que nos enfrentamos hoy. En esta nota desglosamos las razones para una transición energética y te contamos cómo se puede lograr a través de una buena gestión energética.
¿Por qué necesitamos una transición energética urgente?
El escenario actual en materia medioambiental no es prometedor. El calentamiento global es una realidad que intentamos negar durante mucho tiempo y ahora la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) ha llegado a niveles tan altos como para elevar la temperatura del planeta a niveles alarmantes. Tanto que podría estar en jaque el modo de vida que conocemos. Una de las razones de esta alza, quizás la más importante, es la matriz energética que se utiliza en los procesos productivos actualmente.
En la COP28 que se celebró en Dubai en 2023 se reunieron 200 partes interesadas para debatir cómo frenar el calentamiento global. Si bien no se llegó a compromisos firmes respecto a las acciones a ejecutar, el acuerdo establece los siguientes objetivos:
- Mantener el aumento global de la temperatura en 1,5 °C.
- Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 43% para el 2030.
- Triplicar la capacidad de las energías renovables y duplicar las mejoras en eficiencia energética para el 2030.
- Acelerar los esfuerzos para eliminar progresivamente la energía del carbón.
Si no se logran estos objetivos, veremos el avance de las consecuencias del calentamiento global y podríamos ser testigos de un mundo así:
- Sin glaciares.
- Sin estaciones intermedias.
- Con más temperaturas extremas.
- Con más desastres naturales, como huracanes, inundaciones e incendios forestales.
- Sin suficientes reservorios de agua potable.
- Sin ecosistemas variados.
- Con más zonas desérticas.
La mejor arma con la que contamos para combatir el cambio climático y no llegar a esta realidad distópica (pero posible) es una gestión energética eficiente que tenga como objetivo la transición energética para llegar a ser carbono neutral de aquí al 2050.
¿Cómo cambiar de paradigma?
Las actividades humanas han acelerado el calentamiento global al emitir un gran volumen de gases de efecto invernadero, más allá de los que se emiten de forma natural. Sobre todo, la concentración de CO2 en la atmósfera genera elevadas temperaturas en las que muchas formas de vida no pueden subsistir.
La transición energética implica enfrentar un cambio de paradigma. Los principales objetivos que tiene son:
- Transformar el sistema energético a través de la electrificación y digitalización de los procesos y sectores de la economía.
- Potenciar las energías renovables y la economía circular.
- Detectar y poner en práctica diversas formas de reducción de emisiones.
Como lo dijimos más arriba, el mundo ya ha cambiado su matriz energética en otros momentos de la historia. La gran diferencia con este momento es que ahora es urgente hacerlo. Las principales acciones para lograr una transición energética efectiva son estas tres:
- Reducción de emisiones GEI a través del uso de nuevos combustibles de origen sustentable, como los biocombustibles avanzados y los combustibles sintéticos.
- Uso de energías renovables como electricidad producida con bajo carbono. Además, es importante avanzar hacia la electrificación de los procesos productivos en las distintas industrias.
- Mejora de la eficiencia energética a toda escala de consumo a través de una gestión energética que tenga como objetivo la reducción de la huella de carbono.
Hemos llegado a la clave para comenzar el proceso de transición energética de cualquier empresa: la gestión de la energía. Sigue leyendo para conocer el rol de la gestión energética en la transición.
El rol ocupa la gestión energética en este escenario
¿Qué es la transición energética? La transición energética es el proceso de descarbonización de los sistemas energéticos. Esto implica dejar de usar combustibles fósiles y reemplazarlos por energías renovables.
El primer paso para eliminar los combustibles fósiles dentro de las actividades de tu empresa es reducir su consumo. Esto nos lleva directamente a pensar en eficiencia energética, es decir, hacer lo mismo con menos gasto de energía. Y, si seguimos esta lógica, la forma de ser más eficientes en esta materia será tener una gestión energética robusta en tu empresa.
En esta línea, el rol que juega la gestión energética en la descarbonización es clave. Es la forma más directa de lograrlo.
Cuando estructuras tu Sistema de gestión de la energía, incorporas acciones como estas:
- Mejora de la eficiencia energética.
- Modernización de infraestructura.
- Optimización de la movilidad.
- Incorporación de nuevas tecnologías.
- Cumplimiento y adaptación de políticas.
Una vez que logres los ahorros de costos y mejoras en tus procesos que te planteaste al principio de la implementación de tu SGE, estarás listo para dar el siguiente paso: la transición energética. Cambiar la matriz energética de tu empresa traerá grandes beneficios, no solo a ti sino que también al planeta, sigue leyendo para conocerlos.
Beneficios de la transición energética
Los beneficios de la transición energética trascienden a una organización e impactan al medio ambiente y las economías locales y globales.
Beneficios de la transición energética para tu empresa
- Reducción de costos energéticos gracias a los precios de las energías renovables y la reducción de costos de importación de energía.
- Mayor eficiencia energética.
- Mayor competitividad y revitalización de la industria.
- Creación de empleos y oportunidades de negocios por la nueva industria de generación de energías renovables.
- Menor dependencia energética debido a la reducción de importaciones de energía.
Beneficios de la transición energética para las comunidades
- Menor dependencia energética y, por ende, menor vulnerabilidad económica.
- Creación de empleos.
- Oportunidades de desarrollo para la industria local.
Beneficios de la transición energética para el medioambiente
- Contar con energías renovables que son inagotables, limpias y sin generación de residuos.
- Reducción de la emisión de gases de efecto invernadero, en especial CO2.
- Mejora de la calidad del aire.
- Mantenimiento de la temperatura del planeta a niveles habitables.
- Reducción de catástrofes naturales.
- Aumento de la sustentabilidad de las comunidades.
Como ves, los beneficios de la transición energética no se quedan en los costos de la empresa. Abarcan todos los aspectos de la vida en sociedad. Caminar hacia ese objetivo es, entonces, el paso lógico de todos los sectores productivos.
Sin exagerar, podemos decir que la transición energética es el paso necesario si queremos sobrevivir como especie. Para lograrlo, debes comenzar por hacer una gestión de la energía eficiente en tu empresa. La realidad que expusimos en esta nota es una, sino la principal, razón por la que creamos EMMA ENERGY. Contáctate con nosotros y comencemos tu transición.

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