Eficiencia energética en América Latina según la IEA

La eficiencia energética se ha consolidado como una de las herramientas más efectivas para enfrentar los desafíos de asequibilidad, seguridad energética y sostenibilidad en América Latina. No solo permite reducir costos y emisiones, sino que también impulsa el empleo y mejora la calidad de vida. A continuación, exploramos los principales aportes y ejemplos de programas que han transformado el panorama energético en la región.
Asequibilidad y seguridad energética en los hogares
En América Latina, la energía representa entre el 7% y 9% del gasto promedio de un hogar, llegando incluso a superar el 24% en familias de bajos recursos. Este peso económico convierte a la energía en el segundo gasto más importante después de los alimentos. Aquí, la eficiencia energética juega un rol fundamental:
- México: Las Normas Oficiales Mexicanas (NOMs) han generado un ahorro acumulado del 7% en el consumo eléctrico anual y una reducción del 17% en el consumo total de electricidad en hogares, a pesar del aumento en la compra de electrodomésticos.
- Brasil: El Programa de Eficiencia Energética (PEE) ha logrado reducir en un 15% el consumo eléctrico mensual promedio en hogares de bajos recursos.
- Chile y Uruguay: Programas de aislamiento térmico y renovación de viviendas han reducido entre un 21% y 24% la demanda de calefacción.
- Colombia: El Fondo de Energías No Convencionales y Gestión Eficiente de la Energía (FENOGE) ha sustituido más de 218,000 lámparas y 10,000 equipos de refrigeración y aire acondicionado ineficientes.
- Programas nacionales: Iniciativas como Luz Sustentable y Ahórrate Una Luz en México reemplazaron 86 millones de lámparas incandescentes, generando ahorros anuales de USD 160 millones para 7.9 millones de familias.
Ahorros en presupuestos públicos
Los subsidios energéticos en la región representan hasta un 2% del PIB en algunos países. La eficiencia energética permite liberar recursos significativos:
- México: El programa de sustitución de refrigeradores y aires acondicionados (2009-2012) generó ahorros de USD 83 millones anuales en subsidios y evitó inversiones en infraestructura por USD 147 millones.
- Brasil: El PEE redujo entre USD 31 y 38 millones en subsidios anuales.
- Ámbito municipal: En México, la modernización del alumbrado público con tecnología LED redujo hasta en un 75% las facturas eléctricas en algunas ciudades. En Guarulhos, Brasil, las medidas de eficiencia redujeron 26,351 MWh anuales, ahorrando cerca de USD 1 millón.
- Transporte público: En Santiago de Chile, los buses eléctricos reducen costos energéticos en un 75% frente a los diésel, mientras que en Medellín, los buses eléctricos son un 55% más económicos que los de GNC.
Fortalecimiento de la seguridad energética
La eficiencia energética también fortalece la seguridad y reduce la dependencia externa:
- México: Entre 2000 y 2015, la eficiencia energética mejoró en un 9% la independencia energética nacional.
- Brasil: Las políticas de gestión de la demanda ayudaron a enfrentar crisis hídricas con reducciones significativas en la demanda de electricidad.
- Transporte de carga: La intensidad energética del sector se redujo un 38% entre 2000 y 2022 gracias a políticas enfocadas en eficiencia.
Reducción de costos y confiabilidad del sistema
La gestión de la demanda y la reducción del consumo son esenciales para mantener un sistema eléctrico fiable:
- Uruguay: Programas de sustitución de lámparas redujeron hasta 100 MW en demanda pico.
- Brasil: Procel y PEE han ahorrado más de 13,000 GWh al año, reduciendo un 4.6% la demanda pico.
- Electrodomésticos: Mejorar la eficiencia de aires acondicionados podría reducir su impacto en la demanda pico del 24% al 15% en México y del 31% al 20% en Brasil.
- Motores eléctricos: Reemplazar motores ineficientes en América Latina podría ahorrar entre 8% y 10% del consumo eléctrico regional.
Generación de empleo y desarrollo económico
La eficiencia energética es un motor de empleo en la región:
- En 2019, representó el 8% de los empleos del sector energético en América Latina.
- Construcción y manufactura concentran la mayor parte de los empleos generados.
- Se estima que por cada USD 1 millón invertido en eficiencia energética se crean hasta 49 empleos, más que en sectores de energía tradicional.
- Programas como el de sustitución de refrigeradores en México generaron 9,000 empleos directos y 3,000 indirectos.
- En edificios, cada USD 1 millón invertido en eficiencia genera entre 10 y 31 empleos, mientras que en infraestructura para transporte activo (bicicletas y peatones) se generan entre 8 y 22 empleos.
- Hacia 2030, la descarbonización, con un fuerte componente de eficiencia energética, podría crear hasta 15 millones de empleos netos en América Latina y el Caribe.
Recomendaciones clave para la región
- Fortalecer marcos regulatorios y políticas integrales: Las regulaciones, incentivos y marcos informativos deben coordinarse para maximizar los beneficios.
- Impulsar soluciones innovadoras con tecnología: La digitalización, sensores y medidores inteligentes son clave para mejorar la eficiencia y gestionar la demanda.
- Medir y evaluar el impacto: Establecer indicadores claros y recopilar datos es fundamental para demostrar los beneficios y ajustar las políticas.
Conclusión
La eficiencia energética no es solo una medida técnica, es una estrategia integral que beneficia a los hogares, gobiernos y empresas en América Latina. Su impacto abarca desde el ahorro económico y la creación de empleo, hasta la seguridad energética y el cumplimiento de metas climáticas. Invertir en eficiencia energética es invertir en un futuro más sostenible, resiliente y justo para la región.